El Camino de San Patricio: tras los pasos del santo patrón

Esclavo solitario, desterrador de serpientes, defensor del cristianismo: conoce su historia tallada en piedra
Es difícil elegir un lugar que evoque más que cualquier otro la esencia del espíritu de San Patricio. Peregrinos del mundo entero llegan hasta Irlanda para seguir las etapas de su viaje, descubriendo los lugares que ayudaron a convertirlo en leyenda.
Pero la historia de San Patricio no ha fascinado únicamente a los peregrinos: cualquiera que sienta interés por la historia se quedará cautivado por algunas de las visitas imprescindibles a lo largo del Camino de San Patricio en Irlanda del Norte. Por ejemplo, la abadía de Bangor, fundada en el siglo VI por San Comgall. En aquella época era uno de los principales centros de conocimiento de Irlanda, además de acoger a la increíble cifra de 3000 monjes. No es de extrañar que se conociera como la "luz del mundo" ('Light of the World').
En la ciudad de Armagh hay dos catedrales que llevan el nombre de San Patricio: La catedral de la Iglesia de Irlanda se alza orgullosa en la colina de Sally Hill, con maravillosas y extensas vistas de los alrededores. En la colina de enfrente verás la pareja de chapiteles de la catedral católica de San Patricio, custodiada por dos magníficos arzobispos de mármol.
Con dos de sus colinas dominadas por catedrales, no sorprende que Armagh sea la capital eclesiástica de Irlanda. Si quieres conocer a San Patricio de verdad, este es el mejor sitio para empezar. San Patricio llamó a esta ciudad "mi dulce colina" y fundó aquí su primera iglesia en el año 445 A.D. Ambas catedrales de Armagh están dedicadas al santo, mientras que en el Museo del Condado de Armagh, la biblioteca pública de Armagh y el No.5 de Vicar's Hill encontrarás material fascinante que resalta el papel desempeñado por la ciudad en la historia del cristianismo en Irlanda.
Pero el paso de Patricio por esta tierra histórica ha quedado marcado en más que sólo iglesias antiguas. No hace falta mucha imaginación para volver al siglo VI y figurarse la difícil existencia que llevaba Patricio, un niño de 16 años, sobre las laderas de la montaña de Slemish. Golpeado por el viento y la lluvia, pasó grandes penurias como esclavo a cargo de un rebaño de ovejas. Alzándose casi 450 m sobre el nivel del mar, se cree que fue en esta montaña del Condado de Antrim donde Patricio trabajó como esclavo pastoreando desde los 16 a los 22 años. Cada Día de San Patricio, una multitud se dispone a subir sus empinadas laderas hasta la cima, pero puedes visitar en cualquier momento del año y admirar unas vistas que no han cambiado mucho desde la época de San Patricio: las colinas de Antrim, las costas de Irlanda del Norte y Escocia, y el valle del Bann.
¿O qué decir de Strangford Lough? Hoy en día es un refugio de flora y fauna salvaje, pero se piensa que Patricio navegó por aquí para desembarcar justo a las afueras de Downpatrick.
Sin embargo, para muchos la esencia de San Patricio reside en la sencillez de la iglesia de Saul, construida en 1932. Allá por el año 432, San Patricio instauró su primera iglesia en un simple granero en este mismo lugar. Marcaba así el inicio de un legado que ha llegado hasta nuestros días, y que ha afectado las vidas de personas de todo el mundo.