CANTEN AL SEÑOR UN CANTO NUEVO

31.12.2020

Al finalizar este año civil queremos agradecer a Dios los dones recibidos en él: la vida, la fe, el llamado a la santidad. 

No ha sido un año "normal" ni "común". A todos nos ha afectado la pandemia. 

Pasamos Semana Santa y -ahora- Navidad sin celebraciones con fieles, ni encuentros "como antes" con las personas que queremos. Debimos emplear nuestra creatividad para salir de los templos y llegar a las iglesias domésticas, a los hogares, a las pantallas de celulares, tablets, computadoras. Experimentamos que "no es lo mismo", pero obedecemos como cristianos y cumplimos las normas sanitarias con precisión y conciencia.

Recemos hoy por los que han muerto a consecuencia del virus, por sus familias, por aquellos que han superado la enfermedad, por los que han quedado sin trabajo y hoy tienen problemas para llevar una vida digna como lo hacían hasta entonces, los que no pueden pagar el alquiler y ven amenazada la estabilidad de su hogar, los que perdieron la esperanza y están tristes. Presentemos estas intenciones en nuestra oración y renovemos nuestra fe.

La pandemia no es el primer ni el último problema que atravesamos como peregrinos en esta tierra. Levantemos la cabeza, se acerca nuestra liberación, nos animaban los salmos en Adviento. Un niño nos ha nacido, un salvador nos ha sido dado, nos recuerda este tiempo de Navidad. Dios se nos da, se nos entrega en un niño frágil y necesitado de cuidados y afecto. Pongamos nuestras manos, nuestras ideas, nuestro tiempo para atenderlo en nuestros hermanos, allí nos espera, allí ha nacido, allí cantan los ángeles un canto nuevo que habla de la Gloria de Dios y la paz a los hombres.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.